Un electricista puede trasladar la luminaria al lugar deseado. Esto implica ajustar el cableado, lo que puede significar abrir paredes o techos. Es una solución fiable, ya que un profesional se asegura de que todo se haga de forma segura y conforme a la normativa. Sin embargo, puede llevar tiempo y ser costoso, y puede ser necesario reparar las paredes o el techo después de la instalación.